El cabello y sus cuidados

Después del verano, nuestro cabello quizás ha quedado un poco desmejorado.  El sol, el agua del mar, de las piscinas, el calor, todos esos agentes externos han influido directamente sobre él, deteriorando el color, la textura y el brillo, así que ahí van unos cuantos consejos para restablecer su equilibrio y volver a lucir una cabellera sana y saludable.

 

De entrada empezaremos explicando qué es el cabello más allá de su función estética. Con sus más de 150.000 pelos distribuidos por la cabeza, entre otras cosas, evita la pérdida de calorías desde la piel de la cabeza, protegiendo esta zona de las temperaturas extremas, así como del roce. Cada pelo tiene su propia raíz, zona desde la que se forma y facilita su crecimiento, además de aportarle el color determinado genéticamente. La raíz se encuentra cerca de la superficie, si bien “sube y baja” a modo de ciclos. Cuando más largo es el pelo, más cerca de la superficie se encuentra. Se calcula que el ritmo de crecimiento es de aproximadamente 8 milímetros al mes. Su composición es muy similar a la de las uñas y, al igual que éstas, carece de terminales nerviosas (por eso no duele cuando se corta). Y aquí tenéis una serie de cuidados especiales para evitar su pérdida, ya sea en número o en calidad y su aspecto.

 

Tratamiento:

Alimentación rica en productos que aseguran la vitalidad del cabello: abundantes frutas y verduras que le proporcionen vitaminas A, B, C, sílice y otras sustancias imprescindibles.

Para conseguir más brillo, en tu cabello bate una yema de huevo y añade dos cucharadas de cerveza. Luego extiende la mezcla por las raíces de tu pelo con la ayuda de un ligero masaje y déjalo actuar durante 20 minutos. Después elimínala con abundante agua tibia. Lo puedes hacer una vez por semana.

Vino blanco para dar brillo. Se elabora una infusión de romero en medio litro de vino blanco y luego la puedes añadir al agua del último aclarado.

Mascarilla para cabello seco y quebradizo. Se mezcla una yema de huevo con aceite de oliva virgen de primera presión en frío hasta hacer una especie de mayonesa que se aplica en el cabello y se mantiene así durante media hora. Si se quiere puedes recoger el pelo con una toalla. Esta mascarilla nutre e hidrata hasta los cabellos más secos. Debe hacerse por lo menos una vez a la semana al principio. Resulta sorprendente su efectividad.

Si queremos conseguir más volumen, sólo hay que mezclar en un vaso un chorrito del champú habitual con la misma cantidad de vodka. Se aplica la mezcla por todo el cabello y luego se aclara con abundante agua.

Lavado rápido y natural. Si tenemos poco tiempo para lavarnos el cabello basta con espolvorear  por la cabeza unos polvos de talco, frotar bien y luego cepillarse hasta que no quede ningún rastro de los polvos. Finalmente nos peinaremos normalmente con un cepillo suavemente. Otra forma de conseguir los mismos efectos es mojar un trozo de algodón con alcohol y aplicarlo en las raíces del pelo. Luego masajearemos la cabeza con los dedos y nos cepillaremos.

Acondicionadores del cabello, hay muchos y muy sencillos. Si el pelo es graso, después del aclarado, aplicaremos unas gotas de aceite de romero y con un cepillo lo distribuiremos bien. Si el pelo es seco o normal, realizaremos las mismas maniobras pero con unas gotas de aceite de lavanda. Si el cabello es muy fino o frágil mezclaremos una cucharada de vinagre con un cuarto de litro de agua y lo aplicaremos después del lavado como en los casos anteriores.

Prevenir la caída con jugo de tomillo y romero. Se ponen en un frasco o una botella de cristal de un litro dos puñados de tomillo y otros dos de romero. Añadir alcohol de baja graduación (20 o 30 grados) hasta cubrir las plantas, cerrar el frasco y dejar macerar la mezcla en el frigorífico durante una semana. Transcurrido ese tiempo, filtra el líquido resultante y aplicarlo diariamente sobre el cuero cabelludo con la ayuda de la punta de los dedos y de un pequeño masaje. Mantener el tratamiento hasta notar los efectos del mismo.

Berros. Este alimento incluye numerosas vitaminas y minerales imprescindibles para el cabello. Conviene utilizarlos con frecuencia en nuestra dieta habitual.

Anemia. Aquellas mujeres que sufran caída del cabello por culpa de la anemia, pueden recurrir a la receta de dos zanahorias grandes, una remolacha roja y una cucharada sopera bien colmada de levadura de cerveza. Se mezclan bien estos ingredientes y se toma en el desayuno en días alternos. Se trata de una receta muy eficaz que no falla nunca.

Para vitalizar el cabello. Después de haberse aclarado el champú masajeamos el cabello con vinagre de manzana (1 cucharadita) mezclada con una infusión de romero. Lo dejamos actuar veinte minutos y lo eliminamos con agua tibia.

Prevención:

No conviene lavarse el cabello todos los días con champús. Los lavados frecuentes del pelo graso, propician la producción de grasa. El secador debe colocarse siempre a una distancia mínima de dos palmos de la raíz para no quemarla. Recurrir lo menos posible a tintes y otros productos artificiales ya que tienden a debilitarlo. Reducir la exposición del cabello a la acción del sol. Utilizar sombreros transpirables. Evitar que sobre el cabello actúe el cloro de las piscinas (emplear gorros protectores)

Y sabías que… si queremos tener un pelo fuerte, sano y que crezca rápido debemos cortarlo siempre en luna llena.

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