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El agua

El exceso de agua diluye, arrastra los minerales que necesitamos en nuestro cuerpo.

Continuamente la publicidad, la televisión, los medios nos insisten en que hay que beber mucha agua, pero esto es falso. No hay que beber por beber.

El agua que nuestro cuerpo necesita se encuentra ya en los alimentos que cocinamos. Por ejemplo, el arroz contiene un 70% de agua, las sopas son 100% agua, las lentejas, un 90%.

Hay que beber cuando se tiene sed, que es la forma que tiene nuestro cuerpo de  avisarnos de que necesita agua. No a lo tonto porque, al trabajar en exceso, los riñones se cansan. Además se enfría el organismo haciendo que las grasas se concentren y sea más difícil deshacerse de ellas a la hora de adelgazar, o que cuando tu cuerpo tenga que echar mano de ellas no lo haga óptimamente debido a esa concentración. Es algo parecido a cuando se deja una botella de aceite en un lugar frío, que se hace una especie de puré semisólido. Algo similar le pasa a la grasa de nuestro cuerpo con el exceso de agua, además de la ya citada pérdida de minerales. Si, además, se bebe en las comidas, el agua diluye los jugos gástricos que le son necesarios al cuerpo a la hora de hacer la digestión. El que da estos consejos tan a la ligera ignora la maravillosa máquina que forman nuestro cuerpo y sus necesidades básicas.

Lo peor es que normalmente son personas con un gran poder de persuasión como médicos o dietistas…, los cuales tienen respecto a la nutrición una visión mecanicista-reduccionista que les impide tener una visión de la totalidad, y no hacen más que empeorar las condiciones de vida del paciente. No se les puede culpar, ya que no hacen más que difundir lo que les han enseñado. Ignoran estos asuntos, si no, no recomendarían, por ejemplo beber tanta agua.

 

Alimentos oxidados y no oxidados

Los alimentos oxidados no aportan más que ENFERMEDAD (muerte).

Los alimentos no oxidados nos ayudan en el proceso reductor y, por tanto, nos apotran VIDA, como los cereales, las legumbres y los vegetales frescos.

Los vegetales no frescos, conservados en cámaras frigoríficas, latas y conservas, son alimentos oxidados, que nos aportan envejecimiento celular. Los  en conserva no tienen vida, no alimentan como los frescos y nos acarrean una menor resistencia y contribuyen a la fatiga intelectual y física.  Sin embargo, las verduras no nacen cortadas, como nos las venden en las tiendas, y por tanto no se pueden volver a plantar. No ocurre así con los cereales integrales y las legumbres, alimentos no oxidados, que pueden germinar y dar vida. Por eso son los alimentos más completos, que más vida aportan.

El equilibrio entre el sodio y el potasio en nuestro organismo también es fundamental. La carne supone un exceso de sodio, mientras que los plátanos, los zumos, las ensaladas aportan un exceso de potasio.

Hay que tener esto presente en una dieta terapéutica y, por regla general, en una dieta alimentaria normal, para evitar abusar de ellos.

Los alimentos integrales favorecen el nivel alcalino de la sangre, es decir, equilibran la posible acidez que pueda haber.

Los alimentos biológicos, además, conservan mejor todas sus proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos, contienen menos agua y, por tanto, son ANTIOXIDANTES y además son alimentos terapéuticos por su equilibrio en los elementos sodio y potasio, tan necesarios para el buen funcionamiento de nuestro sistema.

 

¿Qué es tener salud?

Dicen que la salud es la ausencia de dolor. No ES VERDAD. Hay enfermedades que no duelen mientras se desarrollan.

Tener salud es:

En el aspecto físico:

No estar cansado, tener buen apetito para todo, dormir bien, tener buena memoria…

En el aspecto psíquico:

Estar siempre alegres y de buen humor, tener claridad de ideas y rapidez de acción, tener sentido de la justicia…

Se dice de la persona de mal genio, malhumorada, que tiene un carácter agrio o que está avinagrada. No le falta razón a esta expresión popular. El mal humor produce en nuestro organismo una acidificación a nivel molecular, con la consiguiente desmineralización. Al final, el mal genio tiene el mismo efecto en nuestra sangre que cuando consumimos azúcar o carne, y el organismo, para compensar el exceso de acidez, roba  de  nuestros huesos los minerales básicos que necesitamos conservar en ellos.

Por naturaleza, tenemos la sangre salada y alcalina. Los alimentos dulces producen acidez. El ácido perturba la sangre desalcalinizándola y provocando la desmineralización del organismo que tiende siempre a equilibrar lo que no está correctamente compensado.

La vida es un *proceso reductor*. En química se llama reducción al proceso por el cual se disminuye el contenido de oxígeno de una sustancia, es el proceso contrario a la oxidación que implica la combinación con el oxígeno. La muerte es un proceso de *oxidación y roña*.

 

Alergias

¿Qué son?

Las alergias son estados de *sobreactividad* de nuestro propio sistema inmune que responde de forma exagerada a agentes externos como el polen  de las flores, metales de joyas, componentes de algunos alimentos, medicamentos u otros muchos elementos. Una de las alergias más frecuentes es al polen de las plantas. Cuando se acerca la primavera los pólenes comienzan a florecer y, en consecuencia, también lo hacen los procesos alérgicos que se manifiestas n especialmente en las vías respiratorias y en la piel. Hay más de 20 tipos de alergias. En muchas de ellas no existe cura definitiva y segura, pero sí medios y tratamientos para combatirlas y prevenirlas. Contrariamente a una idea generalizada la alergia no se manifiesta sólo en la piel. Todos los órganos pueden sufrir reacción alérgica: los pulmones (asma), los senos craneales (rinitis alérgica o fiebre del heno), el intestino (algunas diarreas), los ojos (conjuntivitis) e incluso las orejas, los riñones, el hígado, el cerebro, el corazón, los músculos y las articulaciones o el sistema circulatorio.

Un tipo especial es la alergia al sol presente sobre todo en adolescentes y personas jóvenes en las que la exposición durante varios minutos a los rayos solares hace que aparezcan en la piel una especie de habones  o ronchas de color pálido o rojizo, sobre todo presentes en los lugares expuestos al sol (cuello, cara, brazos, etc.). A veces son lesiones pruriginosas (que pican) y suelen desaparecer horas más tarde, si cesa la exposición al sol. Su origen es desconocido pero parece tener cierta relación con situaciones de estrés, nerviosismo o bien con los cambios hormonales propios de la adolescencia y juventud.

Distinguiremos entre dos tipos de alergias: las alergias exógenas, causadas por un agente externo como el polen, los alimentos, los venenos, el polvo, el pelo de los animales, la contaminación, las sustancias químicas, los medicamentos… Estas alergias tienen una relación directa con el sistema inmunológico, cosa que tiene que ver con algo externo que nos afecta.

El otro tipo de alergias son las endógenas, que están generadas por nuestro propio organismo cuando no expulsa las toxinas generadas a través de las vías de eliminación de nuestro organismo: hígado, riñón, intestino, pulmón, piel…

Entre las alergias más comunes podemos señalar la fiebre del heno o rinitis alérgica, el asma alérgica o los eccemas en la piel. Suele producirse por la acción del polen, de la hierba o de distintos árboles y flores típicas de determinadas estaciones (primavera); pela de animales, siega de cereales o el polvo doméstico (en este caso pueden provocar el asma durante todo el año). La fiebre del heno afecta sobre todo a la nariz: suele congestionarse y se acompaña de secreción acuosa nasal (rinorrea) y de estornudos. Los ojos y la garganta también pueden estar inflamados: es típico el picor de nariz y de ojos, además del lagrimeo. Generalmente es estacional (primavera sobre todo) aunque puede hacerse permanente y en este caso se suele asociar a la sinusitis alérgica. Este proceso a menudo dura varias semanas y luego desaparece, hasta reaparecer al año siguiente. Existen algunas recomendaciones higiénicas que, junto con el tratamiento que os voy a proponer, van a ayudaros a reducir o eliminar los síntomas de esta sinusitis.

 

Tratamiento general de las alergias

Alimentación. Hay que eliminar de la alimentación el chocolate, los azúcares, los lácteos, los huevos (uno a la semana) y las harinas refinadas. Los azúcares roban el calcio y siempre que se produce una alergia hay implícito un déficit de calcio. Tampoco se recomienda el consumo de habas, aguacates, plátanos, almendras, avellanas, cacahuetes, nueces, cerdo, jabalí, panceta, embutidos, manteca de cerdo, mantequilla, margarina, tocino, jamones curados, anchoas, angulas, arenques, atún, bonito, jurel, sardinas, salmón, verdeles, conservas en aceite o en vinagre de pescados como los anteriores, pato, oca, ganso, fuagrás de cerdo o de oca, aceites vegetales de aguacate, de almendras amargas, de nueces, de cacahuetes, de cacao, de sésamo, de cáñamo, de avellana o de palma. Los mariscos deben estar totalmente prohibidos para los alérgicos, así como los colorantes como la tartracina (de color amarillo) y el polen de la miel.

Animales domésticos. En muchos casos son el origen de la alergia. Por esta razón debemos valorar la posibilidad de su compañía, sobre todo como desencadenante de rinitis y otros procesos respiratorios. Los animales sospechosos son el perro, el gato y los pájaros. La alergia puede ser a los pelos de estos animales o bien a las células de su piel que continuamente se desprenden por toda la casa o bien a restos de las heces.

Vacuna natural de polen. Si somos alérgicos a este producto, existe un truco muy sencillo para inmunizarnos. Tomaremos diariamente granos de polen de la siguiente manera: 1 grano los tres primeros días, 2 granos los tres siguientes días, 3 granos los tres días después, así hasta llegar al contenido de una cucharilla (vacuna natural). Esto se considera una vacuna porque los jugos gástricos sólo son capaces de absorber un 30% del grano de polen ingerido, así, si nos produce reacción, ésta será tan insignificante  que podremos tolerarla. Si se es alérgico al polen hay que tomar jalea real y aceite de germen de trigo que tiene vitamina E, pues interviene en muchos procesos inmunológicos del organismo. También se recomienda tomar alfalfa como método preventivo contra este tipo de alergia. Actualmente la alfalfa se puede adquirir en comprimidos para facilitar su ingestión.

Sinusitis. Podemos realizar inhalaciones de vapor con aceites esenciales que pueden ser de eucalipto, espliego, menta, pino o tomillo. Se coge un cuenco grande en el que quepa algo más de ½ litro de agua, se llena con agua hirviendo y se le añaden unas 3 gotas de aceite esencial. Hay que inhalar el vapor lo más profundamente posible. Se puede cubrir la cabeza con una toalla para que resulte más efectivo. En fase de sinusitis se puede hacer 4 veces al día. Luego iremos reduciendo hasta una diaria.

Rinitis alérgica. Vahos nasales de tomillo, eucalipto y menta y toques en las fosas nasales con aceite anticatarral que preparamos de la siguiente manera: se coge un fruto y una hoja de eucalipto, gordolobo y salvia. Se mezcla una cucharada de cada planta en una cazuelita de barro cubierta de aceite de oliva de primera presión en frío, se lleva a ebullición y se deja así un minuto. Una vez que se enfríe se pasa a un frasco. Con este líquido nos daremos *toques* en las fosas nasales con la ayuda de un palito de algodón, tres veces diarias. Antes de acostarnos tomaremos una infusión de flor de borraja, tila, salvia y gordolobo.

Descongestión de los conductos nasales en caso de alergia. Se comienza masticando un trozo de panal de miel (celdillas con miel), durante unos 15 minutos y se repite cada 2 horas durante el día. Este remedio nos proporcionará un pequeño alivio porque hace que los conductos nasales se destapen y se descongestionen a la vez.  Otro remedio, consiste en disolver media cucharada de sal marina en 250 centímetros cúbicos de agua caliente y queda listo para aspirar el agua caliente por un orificio de la nariz, mientras se tapa el otro orificio. Se mantiene el agua unos segundos y, respirando por la boca, se expulsa el agua con las mucosidades nasales. Se repite durante varias veces con los dos orificios de la nariz, hasta descongestionar totalmente los conductos nasales. Se aconseja utilizar una lota de barro.

Zumo de naranja y pomelo para diversas alergias. Se necesita 2 naranjas de zumo (300gr), 1 pomelo mediano rojo (150 gr), 50 centímetros cúbicos de agua  (opcional). Se extrae el zumo por separado, se vierte en un vaso y se le agrega el agua (si se quiere), se revuelve bien y queda listo. Se bebe dos veces al día, una en ayunas y otra por la tarde hasta que remita el proceso alérgico. Este zumo puede presentar contraindicaciones en casos de gastritis hiperclorhídricas y úlcera gastroduodenal.

Zumo de mandarinas para diversas alergias. Se licúa y se pasa el zumo de 3 mandarinas grandes peladas y troceadas (300 gr) a un vaso, añadir 50 centímetros cúbicos de agua, revolver bien y queda listo. Se toma dos veces al día, uno en ayunas y el otro por la tarde hasta que desaparezcan las molestias. Este zumo no se recomienda en casos de gastritis hiperclorhídricas y úlcera gastroduodenal.

Mixtura alcalina contra el eccema, liquen, alergias y prurigo. Os aconsejo la pomada de caléndula para estos casos, la *caléndula officinalis* tiene propiedades, hidratantes, calmantes, regenerantes y  cicatrizantes. Para los que os guste elaborar vuestros propios remedios aquí os pongo una receta un poco más elaborada. Ingredientes: 125 gr. de fumaria officinalis seca o 300 gr. de las fresca (planta entera), 550 centímetros cúbicos de agua, 12 gr. de bicarbonato sódico y 1 kilo de azúcar  moreno o miel. Preparación: poner el agua a hervir y en otro recipiente reservar la planta. Una vez hervida el agua se vierte sobre la fumaria, se tapa y se deja reposar durante 30 minutos, después se filtra por expresión a un frasco. Por cada 100 centímetros cúbicos de la infusión se agregan 200 gr. de azúcar. Revolver bien y dejar que se vaya diluyendo todo (tarda unas horas). Filtrar a una botella o frasco y queda listo para añadirle bicarbonato sódico, una vez bien revuelto se puede tomar. Este remedio se emplea contra los eccemas, liquen (enfermedades cutáneas papulosas), el prurigo (enfermedades cutáneas pruriginosas) y las alergias debidas a diversas causas. Es un buen depurativo. Se toma una cucharada, sola o diluida en un poco de agua, por la mañana en ayunas y otra por la noche. Se sigue con el remedio durante un mes, se descansa 3 días y se repite otro mes. Mientras dure el tratamiento no se deben comer embutidos, pescados azules, conservas de pescado, quesos curados, carnes grasas, tocino, licores y vino, ni abusar de la sal. Puede ser un gran limpiador de las toxinas que puede haber en nuestra sangre.

Cada vez son más frecuentes las alergias entre los niños y entre las personas mayores. Entre los niños porque con frecuencia se les introduce de forma muy rápida los diferentes tipos de alimentos que componen la dieta habitual y su cuerpo no está preparado para ello. En los adultos la aparición cada día de nuevas frutas, tubérculos y otros alimentos hace que nuestro organismo entres en contacto con sustancias desconocidas que, a veces, provocan la alergia.

 

Empieza el día saludando al Sol

Suryanamaskar

 

Este clásico ejercicio de yoga mejora el equilibrio, aporta elasticidad, centra la mente y aumenta la conciencia corporal. Por eso es aconsejable practicarse por la mañana, ya que ayuda al cuerpo a despertarse, hace circular la energía  y mentalmente proporciona un estado receptivo y de serenidad.

 

Hay muchas variedades de salutaciones al sol, la que os describo es la clásica. Consta de doce posiciones que se realizan de manera encadenada y rápida. Para practicarla correctamente es necesario una buena atención ya que se ha de sincronizar movimiento y respiración.

 

Práctica:

 

1-. PRANAMASANA: Posición de salutación.

Respiración: expirar.

 

Posición inicial: Ponte derecho, con los pies juntos y el cuerpo recto. Las palmas de las manos juntas y a la altura del plexo solar ( el esternón). Los glúteos en contracción, la pelvis con una pequeña basculación para que puedas alargar toda la columna. Estírate hacia arriba y abre el pecho, alarga la parte posterior del cuello y entra la barbilla.

Espira profundamente.

 

2-. HASTA UTTANASANA: Posición de los brazos elevados.

Respiración: inspirar.

 

Inspira y sube los brazos levantando el pecho. Lleva el tronco hacia atrás arqueando la zona alta de la espalda, y procura que el arco lumbar sea pequeño. Durante la extensión mantén los glúteos en contracción y adelanta un poco la pelvis.

 

3-. PADAHASTASANA: Posición de flexión hacia adelante.

Respiración: expirar.

 

Desde la posición anterior, expira, volviendo los brazos y el cuerpo a la vertical, y seguidamente, dobla el tronco hacia adelante flexionándolo desde las caderas (articulación coxo-femoral).

Mientras bajas mantén los brazos y el tronco en línea recta, sin redondear la espalda, hasta que las manos toquen el suelo, poniéndolas al lado de los pies con los dedos hacia delante.

Acerca el tronco y la cara a las piernas. Si tienes poca flexibilidad, puedes doblar ligeramente las rodillas durante la bajada y en la posición final.

 

4-. ASHAWA SANCHALANASANA: Posición de obertura torácica.

Respiración: inspirar.

 

Inspira, dobla la rodilla izquierda y estira la pierna derecha tan atrás como te sea posible, poniendo en el suelo la rodilla y los dedos del pie. La planta del pie izquierdo queda totalmente apoyada en el suelo. Abre los hombros y alarga toda la columna vertebral. La mirada hacia adelante, y mantén la barbilla entrada.

 

5-. PARVATASANA: Posición de la montaña o pirámide.

Respiración: expirar.

 

Expira, desplazando la pierna izquierda hacia atrás hasta que los pies queden juntos, al mismo tiempo eleva las caderas al máximo llevando la pelvis hacia atrás y hacia arriba, mantén las piernas y los brazos completamente estirados. Los talones tocan el suelo. Acerca las escápulas a la columna y mantén el cuello relajado entre los hombros.

 

6-. ASHTANGANAMASKARA: Salutación con los ocho miembros.

Respiración: retención con los pulmones vacíos.

 

Retén con los pulmones vacíos, baja al suelo apoyando primero los dedos de los pies, después las rodillas, el pecho y la barbilla. Las manos quedan a la altura de los hombros.

En la posición final el cuerpo se aguanta sobre las puntas de los pies, rodillas, pecho, manos y barbilla. La pelvis hacia arriba y la columna ligeramente arqueada.

 

7-. BHUJANGASANA: Posición de la cobra.

Respiración: Inspirar.

 

Inspira, repta hacia adelante y arrastra la barbilla y el pecho por el suelo. A continuación, con la fuerza de los brazos y de la espalda, eleva la cabeza y el tronco, de manera que la flexión se vaya extendiendo desde las vértebras cervicales a las lumbares. Durante todo el movimiento mantén los codos al lado del cuerpo, acerca las escápulas y haz contracción con los glúteos.

En la posición final, los dedos de los pies están apoyados en el suelo en dirección a las rodillas. Los hombros bajos y hacia atrás, el pecho abierto, la barbilla entrada y la mirada hacia adelante.

 

8-. PARVATASANA: Posición de la montaña o pirámide.

Respiración: expirar.

 

Expira, empuja con los brazos y los pies, levanta la pelvis de manera progresiva manteniendo los brazos y las piernas rectas hasta que las plantas y los talones toquen al suelo y la cabeza quede entre los hombros. (Posición nº 5).

 

9-. ASHWA SANCHALASANA: Posición de obertura torácica.

Respiración: Inspirar.

 

Inspira y lleva el pie derecho hacia adelante entre las manos, mientras apoyas la rodilla izquierda en el suelo, lleva los hombros hacia atrás y abre el pecho. (Posición nº 4).

 

10-. PADAHASTASANA: Posición de flexión hacia adelante.

Respiración: expirar.

 

Expira, Lleva el peso sobre el pie derecho y a las manos que quedan al lado de los pies.

Estira la pierna izquierda y llévala hacia adelante hasta que queden juntas y estiradas. Si tienes poca flexibilidad, puedes flexionar ligeramente las rodillas. (Posición nº 3).

 

11-. HASTA UTTANASANA: Posición de los brazos elevados.

Respiración: inspirar.

 

Inspira, eleva los brazos y el cuerpo, continúa subiendo manteniendo los brazos y el cuerpo en línea recta, hasta que llegues a la posición vertical. Durante la elevación mantén las piernas activas.

Continua extendiéndote hacia atrás con los glúteos en contracción y la pelvis hacia delante. Arquea la columna sin forzar las zonas cervical y lumbar. Si tienes poca flexibilidad, puedes realizar todo el ascenso con las rodillas ligeramente flexionadas. (Posición nº 2).

 

12-. PRANAMASANA: Posición de salutación.

Respiración: expirar.

 

Vuelve a la posición vertical y baja las manos por delante de la cara hasta que queden juntas a la altura del pecho.

 

Estos doce movimientos son la mitad de una vuelta de salutación al sol. Para completar una vuelta se han de repetir los mismos movimientos cambiando de pierna. La salutación al sol consta de veinticuatro movimientos (dos series de doce) que equilibran el trabajo en las dos mitades del cuerpo.

 

Consejos para esta primavera

Esta primavera  dedica un tiempo a tu cuidado personal y anímico. Te sentirás mucho mejor, más relajado/a y con más energía, porque habrás invertido en tu propia salud.

Dos consejos que puedes empezar a poner en práctica ya mismo:

 

l-. Ducha de agua tibia y fría.

Comenzar la ducha con agua tibia y acabar con agua fría, en sentido ascendente, despierta la energía interna y estimula la circulación, a la vez que nos relaja y tonifica. Podemos potenciar estos efectos si previamente a la ducha nos masajeamos en seco con un guante de crin o con un cepillo, haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj, comenzando por los pies y ascendiendo por las piernas, ingles, vientre, pecho, brazos, espalda…hasta la nuca. Esta acción eliminará además el exceso de grasa y células muertas de la piel, limpiándola profundamente.

Al final de la ducha, aún mojados podemos aplicarnos el aceite hidratante corporal de almendras dulces con aceites esenciales de verbena, lemon gras i pettit grain, ideal para la piel receptiva después de esta ducha de agua tibia y fría.

 

2. Tomar en ayunas agua tibia con zumo de limón.

Tomar en ayunas un vaso de agua tibia con la mitad del zumo de un limón, tomar a sorbitos e ir aumentando la dosis de medio limón progresivamente  hasta llegar a 3 limones, después ir disminuyendo del mismo modo hasta medio limón.

El limón limpia, fluidifica y regenera la sangre, aumenta la absorción de hierro (anemia). Es depurativo: facilita la expulsión de sustancias tóxicas de la sangre. Nuestro hígado nos lo agradecerá.

Es la vitamina antioxidante por excelencia que interviene en el metabolismo del colágeno y favorece la salud de las paredes vasculares. Especialmente indicado en embarazadas.

Conviene consumir cada día naranjas, kiwis, fresas, melocotones, papaya, mangos…